EN EL CIELO Y EL INFIERNO.

El cielo y el infierno

Con el conocí el cielo pero también conocí el infierno, un amor implacable, sensual y apasionado, de esos que tal vez solo vivas una vez en la vida, de esos que son tan intensos que cuando se va sientes que te arrancaron algo, que algo te falta...

Transcurría la noche, las calles estaban prácticamente solas y ahí estábamos el y yo, recorriéndolas a toda velocidad porque por más que añoraraba esos minutos con el era como clavarse cuchillos en la piel. Aún transcurrido meses desde lo ocurrido, los días siguieron pasando, pero el sentimiento nunca se fue. El siempre está ahí aunque no este. Eso era lo que yo temía, que el se quedara en mi ser, que fuera una parte de mi, mi complemento ideal. No sé cuánto tiempo ha pasado desde que les conté la historia, me llegaron infinidad de mensajes preguntándome quién era el, que había sido de los dos y si de verdad nos separamos... el anonimato es ideal para que funcione pero supongo que por fin estoy lista para contar que pasó después... En donde acabamos juntos o separados, no sé si tenga un final, creo que aún no llegamos a esa parte al menos de mi lado pero tarde o temprano habrá un desenlace y ten por seguro que lo contaré...

Era febrero en esos tiempos, se acercaba el día de San Valentín, lo recuerdo perfectamente porque me dio por hacer cup cakes con mi mejor amiga y venderlos, pero el caso es que un día antes nuestro héroe llega con un pretexto, ya tenía una relación pero hay cosas que es simplemente imposible ocultar y la atracción de esos dos era una de esas. Entre pláticas, comida y risas llegaron esas miradas que te dicen todo, esos besos que no quieres que terminen, esas caricias que te dicen te necesito. Nuestras almas volvieron a ser una por un pequeño instante, solo éramos nosotros en este enorme universo pero como todo, esto tenía que terminar. Las pláticas siguieron por internet, los encuentros casuales ahí estaban, era mi amigo, mi pañuelo de lagrimas, mi apoyo y mi gran confidente, lo era todo y al mismo tiempo nada. La distancia empezó de parte de uno de los dos, era inevitable, habíamos escogido caminos diferentes, no teníamos nada en común más que el gusto del uno por el otro. Pasaron los días y las pláticas cada vez eran menos, las llamadas ya no tenían respuesta, las visitas se cancelaban sin explicación. Conocí a alguien que por un momento vino a cambiar mi forma de ver las cosas más jamás logró su objetivo, que yo lo dejara atrás. Los días se hicieron meses hasta que un día realmente nos necesitábamos, lo vi después de lo que parecía una eternidad, ¿Mi reacción? En cuanto tuve un minuto sola explote en lágrimas, en sentimientos encontrados, en recuerdos... guarde la compostura frente a el pero no me duró mucho, me hablo y me derretí, empecé a llorar en silencio, sin decir ni una palabra de lo que pasaba, eran sentimientos los que recorrían y humedecían mis mejillas. El era feliz, eso lo podía notar pero soportarlo? No sé si estaba lista para escuchar sus historias juntos, darme cuenta de que esa pude haber sido yo, no me mal interpreten me da gusto verlo bien, contento y realizado pero siempre tendré esa duda de cómo se vería si yo estuviera en lugar de ella pero supongo que son de esas cosas que nunca lograré saber. Retomando el día de hoy, el presente les puedo decir que amo cada minuto a su lado pero al mismo tiempo lo odio y lo despreció con todo mi ser. Aún no siento que sea el final pero tampoco siento que haya una continuación, supongo que solo quedan los puntos suspensivos en esta historia. ¿El amor lo puede todo? Eso dicen pero estoy a punto de descubrirlo... ❤️